Hoy (8 de abril), tras 12 años de servicio, Microsoft deja de dar soporte técnico a Windows XP. Como resultado, la asistencia no estará disponible, lo que incluye las actualizaciones automáticas que ayudan a proteger tu equipo.
A partir de hoy, el estable, práctico y sencillo Windows XP pasa a ser un sistema operativo obsoleto y ya no se lanzarán más actualizaciones o parches. A primera vista puede parecer un cambio sin importancia, pero, nada más lejos de la realidad. Windows XP es, actualmente, la segunda versión de Windows más utilizada por los usuarios (un 32% de todos los ordenadores del mundo corren con este sistema). Sin embargo, este soporte quedará a la deriva después de la restricción de Microsoft. Los clientes de SP3 ya no recibirán actualizaciones de seguridad, revisiones que no son opciones de seguridad, soporte asistido gratuito o de pago y tampoco actualizaciones de contenido técnicos en línea. Esto significa que las vulnerabilidades venideras en XP no serán cubiertos por las nuevas actualizaciones de seguridad de Microsoft.
Desde Microsoft apuntan lo siguiente : “Si sigues usando Windows XP después del término del soporte técnico, tu equipo podría quedar más vulnerable ante riesgos de seguridad y virus. Además, mientras más fabricantes de software y hardware se sigan optimizando a versiones más recientes de Windows, puede esperar encontrar grandes cantidades de aplicaciones y dispositivos que no funcionan con Windows XP”. Entonces, ¿cómo podemos mantener nuestro ordenador protegido ? Bueno, si has rechazado por completo la idea de hacerte con un equipo nuevo (cosa que sería bastante recomendable) la solución más viable es actualizar tu PC actual. No obstante, has de tener en cuenta muy pocos equipos antiguos podrán ejecutar Windows 8.1, que es la última versión de Windows.